Los padres y madres de familia son parte fundamental en la trilogía educativa y por tanto constituyen el núcleo básico de la formación social y el medio natural y necesario para el desarrollo integral de sus hijos.

 

Dentro de su rol, tienen el deber de proteger y atender las necesidades materiales, sicológicas, afectivas, espirituales e intelectuales de sus vástagos y que sus obligaciones van más allá de conseguir un cupo y la matrícula bajo la convicción errónea por cierto de que toda la labor de formación y educación y sobre todo el control de los estudiantes es tarea exclusiva de los docentes.

 

Bajo la premisa de que los hijos son su responsabilidad conforme lo establecen las normativas legales vigentes ,amén de su compromiso moral, deben brindar a sus representados un ambiente familiar de calidad y calidez donde prevalezcan los principios y valores de convivencia social, deben ser los pilares en el desarrollo de los procesos educativos , en el desenvolvimiento académico y principalmente comportamental de los jóvenes que como personas que están en formación requieren de la guía y la orientación oportuna y permanente para alejarlos de las lacras sociales que caracterizan al mundo actual.

 

Deseo aprovechar esta oportunidad para recordarles a los padres y madres de familia que como los primeros educadores que son deben fomentar el amor, la disciplina, la solidaridad, el respeto, la honestidad, la paz, y la autonomía para coadyuvar a su formación integral..

 

Decirles también, que deben ser parte activa no solo de los procesos educativos, sino también, de la evolución académica de sus hijos, respetando y cumpliendo las normas que rigen el quehacer educativo nacional en los centros escolares, las orientaciones educativas de los docentes y de la comunidad educativa en general.

 

La misión de los padres y madres de familia en los diferentes ámbitos es inconmensurable y los resultados finales serán el fruto de la labor que hemos realizado en bien de nuestros hijos.